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42.- Video presentación 4ª Edición de «Las Cloacas del 11-M»

Queridos amigos,

El pasado 24 de Febrero tuvo lugar en el Centro Riojano de Madrid la presentación de la cuarta edición ampliada de mi libro, en la que también participó el historiador jesús Palacios con una brillante intervención.

Espero que os resulte interesante.

Un fuerte abrazo

Entrevista de César Vidal – 18-03-22

Hola, queridos amigos.

Hacía tiempo que no hablábamos en el blog sobre el 11-M, en contra de mi deseo.

Ayer César Vidal me hizo un entrevista. Siempre se quedan cosas por decir y aclarar, pero lo importante es que siga habiendo gente como César que contribuyan a que la llama por encontrar la verdad de lo que pasó siga encendida.

Le envié unos cuantos artículos del blog, que le gustaron mucho, y me sugirió ampliar el libro de las Cloacas.

Yo creo que, más que ampliarlo, lo que sería bueno es escribir otro, más sucinto, más didáctico, para que llegue más a la gente. Llevo tiempo dándole a la idea. Tenemos la ventaja de que ya no necesitamos demostrar nada. Basta con referirse a Las Cloacas. Eso nos permitirá ir al grano.

Bueno, son desideratums, como la posibilidad de hacer un documental. Todo se andará, si Dios quiere.

Un abrazo a todos

https://cesarvidal.com/la-voz/la-entrevista/entrevista-a-ignacio-lopez-bru-que-paso-realmente-el-11-m-18-03-22

38.- LEVIATHANDEMIA (II) – El Anti-Fauci, o la Conspiración de los expertos

Hola de nuevo. Aunque con algo de más parsimonia de la deseable, aquí os mando el enlace del nuevo artículo de la serie, que espero encontréis de interés. Un saludo.

LEVIATHANDEMIA II* El anti-Fauci o la conspiración de los expertos

35.- Gabriel Moris

Gabriel nos ha dejado. Los que hemos luchado para que se conozca la verdad y se haga justicia en el 11-M, siempre hemos sido atacados, hemos estado abandonados y a la intemperie. Pero ahí siempre estaba Gabriel, la voz de la conciencia, de nuestra conciencia, enseñándonos que no hay que desfallecer, que lo que hay que hacer debe hacerse con la cabeza bien alta, sin esperar otra recompensa que la satisfacción del bien cumplido.

El camino será ahora más arduo, más difícil, pero, afortunadamente, siempre tendremos el ejemplo y el recuerdo de Gabriel, que nos servirá, sin ninguna duda, de faro y asidero para perseverar en nuestro ser.

Mandamos un recuerdo especial y nuestras más profundas condolencias a Pilar, a sus hijos, nietos y demás familia.

De Gabriel, más que de nadie, se podrían decir esas palabras de Antonio Machado: era un hombre en el buen sentido de la palabra bueno.

Que Dios le acoja en su seno.

 

P.D.1.- Os envió el enlace del artículo que me han publicado en Libertad Digital sobre Gabriel:

https://www.libertaddigital.com/opinion/ignacio-lopez-bru/gabriel-moris-en-la-memoria-11-m-90373/

P.D. 2.- Os dejo también estas bellas palabras de nuestro contertulio Rafael (también conocido por Perasalo):

«Dios se ha llevado al mejor, Gabriel Moris. Le tenga en su gloria. Un hombre justo, creo que en el pleno sentido bíblico. Un hombre ejemplar, modelo para que cada uno saque lo mejor de sí mismo. Tanto dolor, en estos tiempos, parece inconcebible. Gabriel ha sido un alto ejemplo de fortaleza ante las adversidades. No nos podrán quitar el dolorido sentir. Que por su intercesión Dios se apiade de nosotros, y guarde especialmente a su querida familia.

(Perasalo)»

33.- APEZARENA Y EL 11-M – CUADRO JAÉN (II)

En el anterior artículo apareció uno de los nombres clave en el 11-M. El del Comisario General de Seguridad, Santiago Cuadro Jaén. Y decíamos que este personaje fue determinante en los escenarios en los que se jugó la partida de lo que iba -y lo que no iba a ser- el 11-M.

Para empezar, Cuadro Jaén fue el que dio la orden, en la mañana del día 11, de que todos los restos de explosivo y de los artefactos explosivos que se encontraran en los 12 focos de explosión de los trenes se llevaran a La Unidad Central de los Tedax, regentada por su subordinado Sánchez Manzano, en vez de a la sede de los Tedax de la Brigada Provincial de Madrid, Brigada cuyos efectivos estaban haciendo una labor concienzuda de búsqueda y recopilación, para después recomponer y averiguar en su sede qué tipo de artefacto fue el utilizado, y enviar las muestras de explosivo a los laboratorios de la Policía Científica.

Esta orden era anómala, como reveló en el juicio el Jefe de los Tedax de Madrid, Cáceres Vadillo: “«… esto no suele ser lo normal ya que normalmente se llevan al Grupo. (…). Hombre, lo normal es que lo hubiésemos llevado al Grupo, lo hubiésemos clasificado bien y, posteriormente, lo hubiésemos llevado a la Unidad. Pero si un ente superior como era el jefe de la Unidad y el Comisario General decide que se llevase directamente a la Unidad, nosotros cumplimos la orden»”.

Ya sabemos lo que ocurrió como consecuencia de esa orden atípica del “ente superior”:

  1. Desaparecieron todos los restos clasificados de los focos de explosión depositados en la Unidad Central, con excepción de 23 muestras que fueron posteriormente manipuladas transgrediéndose todos los protocolos policiales. Tampoco se analizó ningún resto de los trenes en el órgano competente, la Comisaría General de Policía Científica, excepto una muestra de polvo extintor sobre un foco de explosión…
  2. En 48 horas se destruyeron 9 vagones de tren siniestrados y se ocultó uno más hasta después del juicio.

Es decir, simple y llanamente, no se investigó el arma del crimen. En su lugar, como por ensalmo, “apareció” en una comisaría policial 18 horas después de los atentados, una mochila que tenía la sola función de sustituir a las verdaderas pruebas para contarnos la milonga de la Versión Oficial del 11-M. Una mochila anunciada, como una Buena Nueva (5 horas antes de que la descubrieran), por los Servicios de Información (o mejor, Desinformación) de la Cadena COPE, regentados por el periodista del Opus que encabeza esta serie de artículos: José Apezarena.

En definitiva, que el lugar del crimen -donde se encontraba el arma del crimen- mutó en 18 horas y pasó de los escenarios de las estaciones y las vías férreas al de una comisaría de policía de un barrio de arrabal, porque, no cabe duda, no hay como un recinto policial para descubrir en él los elementos de una investigación criminal: el arma y quién sabe qué más…

Pues bien, por la responsabilidad en este desaguisado del jefe de la Unidad Central de los Tedax, Sánchez Manzano, el abogado José María de Pablo, representando a una de las Asociaciones de Víctimas del 11-M, le interpuso una querella que, como todos sabemos, después de muchos avatares quedó en nada. Y lo que yo me pregunto es por qué De Pablo no amplió esa querella a su jefe, al Comisario General Santiago Cuadro Jaén (correligionario del Opus Dei como De Pablo y Apezarena), que fue la autoridad superior que ordenó a Caceres Vadillo enviar los restos de las explosiones  a la Unidad Central, donde más tarde se desvanecerían como por arte de birli birloque.

Se me podrá argüir que la responsabilidad primera era la del jefe de la Unidad, Manzano, y que, hasta que no se depurase ésta, no procedía el continuar subiendo en la escala. Y, en efecto, así se podría ver. Sin embargo, hay otras circunstancias, directamente relacionadas con la banalización -por no decir ocultamiento y destrucción- de las pruebas en la sede de la Unidad Central, que tocan directamente, en primera persona, al Comisario General Cuadro Jaén. Nos referimos al famoso y controvertido asunto de las informaciones que dio Cuadro Jaén a mediodía del día 11 sobre el tipo de explosivo utilizado en los atentados.

El lector recordará que toda la plana mayor de Interior estaba reunida a las 12:00 hrs del día 11 con el Secretario de Estado Astarloa, y el Subdirector Operativo de la Policía, Díaz-Pintado, llamó a Cuadro Jaén para que le informase urgentemente del tipo de explosivo utilizado en los atentados. Cuadro Jaén llamó entre las 12:45 y las 13:00 hrs, y según Díaz-Pintado, el comisario le dijo que “Titadyn con cordón detonante”, explosivos habitualmente utilizados por ETA de forma conjunta.

Pintado lo escribió en una libreta, y lo repitió en voz alta, lo cual oyeron todos los reunidos, como declararon en sede parlamentaria y judicial. Sin embargo, Cuadro Jaén negó en ambas sedes que hubiera dicho eso, que lo que le transmitió fue “dinamita con cordón detonante”.

La distinción no es baladí, porque refleja el cambiazo que se iba a producir en la investigación del 11-M, un par de horas después, sobre las 14:30. Ese es el momento en que se contó que salieron los primeros análisis en la Unidad Central de los Tedax de los 23 restos de explosivo, análisis de lo más sui generis pues decían que había estallado “una dinamita” -pero que no se podían saber los componentes- (falsedad fragrante), un hueco que se abrió sibilinamente para que horas más tarde entrara por la puerta falsa de la comisaría de Vallecas la célebre mochila, con la Goma 2 Eco (dinamita como el Titadyn) y la tarjeta de un móvil que llevó muy oportunamente a los sospechosos habituales: unos traficantes de origen magrebí, confidentes policiales, que se convirtieron en los cabezas de turco de lo que conocemos como la Versión Oficial del 11-M.

El comisario Cuadro Jaén se encontraba allí, a las 14:30, en la sede de los Tedax, esperando los resultados de esos análisis -según declaró en el la comisión parlamentaria y en el juicio-, aunque no faltaría algún mal pensado que sugiriera que estaría más bien dirigiendo la operación.

Pero volviendo a la información de Cuadro de las 12:45, esta tiene muy poca verosimilitud. En primer lugar, porque nunca, en ningún atentado anterior se asoció el “cordón detonante” a la dinamita, solo al Titadyn, Suena absurdo.

Por otro lado, Cuadro Jaén, en la Comisión Parlamentaria, justificó su información por la impresión que le transmitieron in situ los Tedax, «… por los daños que se producen en la estructura metálica de los vagones…, la forma de segar los hierros de la estructura metálica». Pero esto resulta más inverosímil todavía, porque Cuadro Jaén está en la estación de Atocha a las 10 de la mañana con el jefe de los Tedax de Madrid, Cáceres Vadillo, y éste, al igual que declararon el resto de los Tedax, al ver el destrozo de los vagones pensó en un explosivo de tipo militar, C3 o C4, no en una dinamita, como podía ser el Titadyn o la Goma 2 Eco: «… que tenían claro que no era Titadine porque este tipo de explosivo muerde, es decir, que no tiene corte limpio, en cambio un alto explosivo corta totalmente y una vez visto los resultados de las explosiones podía tratarse de un C3 o un C4, que es un alto explosivo que procede a cortar limpiamente». Por tanto, muy mal podía ampararse Cuadro en la información de los Tedax.

Pero la piedra de toque definitiva, que echa por la borda toda la Versión Oficial y pone en entredicho todas las manifestaciones de Cuadro Jaén, se produjo en la última sesión del juicio oral, en la sesión pericial, con la sorprendente declaración de la perito Tedax que hizo los primeros análisis de los restos de explosivo que se llevaron a primera a hora a la Unidad Central (como declaró, seguramente con intención, Sánchez Manzano). Le preguntaba un abogado de la Acusación (de Ángeles Pedraza) por una primera analítica realizada el día 11, y al preguntarle a la perito si estaba de acuerdo esta declaró:

PERITO TEDAX PN Nº 17.632: El día 11 por la mañana.

ABOGADO A. PEDRAZA: El día 11 por la mañana.

PERITO TEDAX nº 17.632: Y por la tarde, claro, pero bueno.

Ese “y por la tarde, claro”, se refiere a los análisis “basura” (hoy Trump diría fake analisys) que la Versión Oficial (V.O.) dice que fueron los primeros, a las 14:30, con lo cual está confirmando que son diferentes, y, consciente de que contradice a la V.O., añade ese significativo “pero bueno”.

El propio juez Bermúdez, sorprendido por la revelación, se hace eco de ella: :  ¿Alguna acusación más? Bien, vamos a interrumpir 30 minutos pero antes de eso, señora perito, una sola cuestión. Realizó usted el informe, ha dicho, el 11 de marzo por la mañana, y es por la tarde, o sea, el primer informe que se hace sobre… sobre los focos, y sobre las… los explosivos». Claramente, Bermúdez, con ese trabalenguas final acusa la gravedad de la declaración de la perito que ponía en solfa toda la V.O., y se escabulle, finalmente…

Esta revelación deja a los pies de los caballos, sobre todo, al Comisario General Cuadro Jaén, que era la máxima autoridad presencial a las 14:30, cuando se crea el gran bulo del análisis de los explosivos. Lo dicho por la perito contradice todas sus manifestaciones y echa un tupido manto de sospecha sobre su actuación en esa mañana.

Hay que tener en cuenta que a las 12:15 de la mañana, como declaró en la Comisión Sánchez Manzano, llegó a la Unidad Central, “con los restos de Atocha, que ya se incorporaron al laboratorio para análisis”. Díaz-Pintado le encargó a las 12:00 a Cuadro Jaén que le informara del explosivo, por lo que es de suponer que fue él el que le encargó a su subordinado Manzano que fuera a la Unidad a para transmitirle los resultados. Sabemos que Manzano habló con él desde la Unidad en cuanto llegó: “…estando allí me comunican que había aparecido una furgoneta en Alcalá de Henares. Me pongo en contacto con el comisario jefe y me dice que van los perros y que estamos a la espera de ver qué resultado”.

La cromatografía de capa fina que realizó la perito tarda de 20 a 30 minutos en manifestar todos los componentes de un explosivo como el Titadyne, por lo cual, cuando Cuadro llama a Díaz-Pintado, de 12:45 a las 13.00 hrs, y le dijo que había estallado “Titadyn con cordón detonante”, ya estaban sin ninguna duda los primeros resultados de los explosivos.

Es decir:

  1. Que se ocultaron los primeros resultados de los análisis de los restos de explosivo (la perito Tedax, con todo desparpajo, cuando le preguntaron en esa misma comparecencia si conservó la placa de siligel donde se plasmaban los resultados, contestó: “Evidentemente no”).
  2. Con toda probabilidad, esos resultados del laboratorio Tedax fue lo que transmitió Cuadro Jaén a Díaz-Pintado: “Titadyn con cordón detonante”
  3. Los análisis de las 14:30 fueron una cortina de humo destinada a desnaturalizar y ocultar los verdaderos análisis y dar un giro de 180º a la investigación del 11-M.

Y nos preguntamos. ¿Cómo con todos estos antecedentes, no hubo nadie que siguiera este hilo y sacara las vergüenzas, en sede judicial, a los responsables de este desaguisado? ¿Cómo en la pericial judicial, cuando el juez Bermúdez requiere si hay “alguna acusación más” que desee inquirir a la perito, cómo no acudieron en masa para despellejarla (literalmente), y resaltar urbi et orbe la gran estafa que la Instrucción judicial y policial nos había colado?

Entiendo que los abogados de las defensas que, como se ha contado en numerosos foros, en prensa y por personas muy cercanas a los entresijos y manejos de la asignación de abogados a los imputados, podrían haber sido buscados y puestos a disposición de los encausados por el CNI, entiendo que, en tal caso, dejaran pasar esa liebre. A la fuerza ahorcan…

¿Pero los abogados de la acusación? ¿Cómo se les pudo pasar este asunto capital?

Más difícil de entender el caso del abogado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, José María de Pablo. Y es más difícil porque, como ya resalté en mi libro, De Pablo hizo en su -por otro lado muy interesante- libro sobre el 11-M, “La Cuarta Trama”, una de las afirmaciones más sorprendentes sobre este asunto. Así lo cuenta De Pablo:

«Tras una breve conversación, en la que Cuadro Jaén le informó de los primeros resultados de los análisis que la perito del laboratorio TEDAX estaba realizando a las primeras muestras recogidas de los focos de los trenes, Díaz-Pintado colgó el teléfono e informó en voz alta a los asistentes: “Me dice Cuadro Jaén que el laboratorio de los Tedax le acaba de confirmar que el explosivo es Titadyn con cordón detonante”».

Lo que relata De Pablo -y lo hace no una, sino dos veces (en las páginas 197 y 260 de su libro)-, es lo que nosotros hemos deducido que ocurrió partiendo de los hechos, y nos parece, por tanto, lo más verídico. Y si algo tenemos claro, después de seguir con minuciosidad el juicio oral, es que si de algo no pecaría nunca De Pablo es de imprudencia (en lenguaje coloquial se podría decir “que se la cogía con papel de fumar”), y jamás se le ocurriría afirmar nada que no pudiera probar.

Sin embargo, la pregunta es inevitable: ¿Cómo se pudo enterar De Pablo de esa conversación, con ese detalle, si ninguno de los actores de ese esperpento dijo nada parecido, ni en sede parlamentaria ni judicial? Díaz-Pintado nunca dijo que la información que le dio Cuadro proviniera del laboratorio de los Tedax, y mucho menos que “se lo acababan de confirmar”. Lo más que dijo, elucubrando (o protegiéndole….) fue que «algún Tedax… al preguntarle pudo decir Titadyn», amparando la inverosímil versión de Cuadro de que le dieron la información los Tedax en el lugar de los hechos, por la apariencia del daño en los trenes.

Desconocemos cuál pudo ser la fuente del abogado De Pablo. Lo que no entendemos es cómo sabiendo eso, y habiendo oído en el juicio oral cómo la perito desmentía a todos sus mandos revelando que los análisis se hicieron “por la mañana”, cómo no citó a su correligionario Cuadro Jaén -como poco en calidad de testigo- en ninguna de las vistas de las múltiples sesiones que se celebraron contra Sánchez-Manzano y la perito Tedax, todas ellas con él como abogado acusador.

No tenemos ni idea de por qué Cuadro se fue de rositas, y no queremos hacer ninguna suposición. Pero lamentamos que se haya perdido otra oportunidad única para intentar esclarecer los hechos del 11-M.

Quiero terminar este artículo (en el que, por cierto, apenas ha habido tiempo de dar entrada al protagonista de la serie, a José Apezarena), con una digresión. ¿Por qué hizo la perito Tedax esa revelación que ponía en entredicho a todos sus mandos, conociendo, como no podía ignorar, la que le podía caer encima por salirse del guion?

En mi opinión, se trata simple y llanamente de un “aviso para navegantes”. En esos momentos del juicio, la espada de Damocles de la Señora vendada se cernía sobre la cabeza de la perito Tedax con muchas probabilidades de hacerle una seria avería, y tengo para mí que no estaba muy dispuesta a comerse ella sola ese marrón. No sé por qué, me da la impresión que la respuesta que dio sobre si conservaba los análisis de los explosivos (“Evidentemente no”), ni era tan rotunda ni tan evidente…

Pero en fin, esto de los “avisos para navegantes” (quién sabe si la revelación de De Pablo sobre la conversación de Cuadro y Díaz-Pintado podría también considerarse uno más…), y su gran proliferación en cantidad y calidad, es una las cuestiones más curiosas e interesantes del 11-M, que merece un capítulo aparte que abordaremos en otra ocasión.

Por ahora seguiremos con nuestro hilo, tirando de la madeja…

Por cierto, recuerdo al lector que nosotros nunca hemos caído en el maniqueísmo -o trampa- de decir que porque en los trenes se hubiera utilizado Titadyn (probablemente unido a otro explosivo militar o al cordón detonante que consigue un mayor efecto destructor), nunca hemos dicho que los atentados los hubiera realizado ETA. Lo que sí decimos, y en esto sí estamos de acuerdo con el ex Director del CNI, Dezcallar, es que llevaban las «las señas de identidad», de ETA, fuera ella o no la autora. «La firma» de ETA, en palabras de Dezcallar (vid aquí ).

Nos vemos en el próximo capítulo.